El agua del mar es tóxica para tu perro
En verano, cada vez hay más playas que admiten perros y cada vez más familias que comparten sus vacaciones con ellos. Si eres una de esas familias y este verano viajas a la playa con tu perro, debes tener en cuenta algunas cosas que pueden afectar a su salud, como la seguridad del mar (bandera verde) a la hora de dejarlo bañar, y por supuesto tenerle siempre bajo supervisión.
Sin embargo, el problema más común es que tu perro beba agua del mar. Debes tener en cuenta que debido a su salinidad, el agua del mar es tóxica para los perros, ya que pueden ingerir demasiada cantidad de sodio, lo cual les puede producir desde diarreas severas, deshidratación, mareos, convulsiones o incluso fallos orgánicos que pudieran tener un fatal desenlace.
Es por esto que debemos tener siempre a nuestro perro bajo vigilancia, y llevar agua fresca para que pueda hidratarse cuando tenga sed, poniéndola a su disposición en todo momento y evitando así que su instinto le lleve a beber agua del mar. Ten en cuenta que en sus juegos y baños en el mar, es inevitable que accidentalmente trague un poco de agua. No te alarmes por eso ya que el agua que tu perro traga accidentalmente suelen ser cantidades pequeñas para causarle un trastorno, pero aún así dosifica sus tiempos de juego en el agua para evitar que esas pequeñas cantidades aumenten por repetición (muchos pocos son un mucho).
Proporciónale agua fresca…
Pero ¿qué hacer si tu perro bebe demasiada agua salada?.
Observa a tu perro: Vigila de cerca su comportamiento durante las horas siguientes a haber bebido agua salada. Los síntomas comunes de una posible intoxicación por sal pueden incluir vómitos, diarrea, letargo, falta de apetito y en casos graves, desorientación o convulsiones.
Proporciónale agua fresca. Ofrece a tu perro agua dulce y fresca para ayudar a diluir el exceso de sal que haya ingerido y prevenir la deshidratación. Asegúrate de que tenga acceso constante a agua potable. Aun así evita que beba grandes cantidades en periodos cortos. Permítele beber en pequeñas cantidades y con frecuencia.
Por supuesto acude al veterinario. Si observas síntomas alarmantes o si tu perro ha ingerido una gran cantidad de agua de mar, contacta a un veterinario de inmediato. Puede ser necesario un tratamiento profesional, como la administración de fluidos intravenosos, para ayudar a restaurar el equilibrio de electrolitos y evitar complicaciones más graves.
Visita al veterinario lo antes posible…
Alimentación: Si entre los síntomas hay diarrea, es necesario cambiarle su alimentación. Hierve arroz con pollo o pescado blanco y zanahoria (por supuesto sin sal) y pónselo cuando se haya enfriado con un poco del caldo del hervido. Esto ayudara a regenerar la microbiota intestinal. Mantén esta dieta durante tres o cuatro días, hasta que sus heces vuelvan a un estado sólido. Luego hazle una transición a su pienso habitual durante cuatro días más.
En resumen, lo más importante es la prevención: Vigilancia y disponibilidad de agua fresca. Y ¡a disfrutar del verano!